En nuestras predicciones anuales para el próximo año, La Delgada Línea: Predicciones 2106, la que resulta más aterradora y sensacional es la que prevé que “por lo menos una falla de los dispositivos inteligentes tendrá consecuencias fatales en 2016”.
Esto podría prestarse a una mala interpretación y entender que la predicción prevé que alguien va a hackear con éxito un dispositivo inteligente y que matará a alguien. Si bien ese podría ser un escenario posible bajo esta predicción, no es el más probable. En términos llanos, estamos diciendo que la tecnología inteligente ha llegado a ser muy importante en nuestras vidas y que una falla, de cualquier tipo, puede tener consecuencias letales.
Si observamos el punto dónde se encuentran actualmente los dispositivos inteligentes, podemos ver que se están volviendo realmente parte de nuestra vida diaria. Hace algunos años, la mayoría de estos dispositivos “inteligentes”, si no es que todos, reemplazaron los dispositivos mecánicos con dispositivos electrónicos. Refrigeradores inteligentes, termostatos inteligentes y autos inteligentes (incluyendo autos que se manejaban solos) se conectan a Internet por nosotros de maneras que sólo pudimos imaginar hace pocos años.
Al momento de pensar en todos los beneficios que estos dispositivos puedan tener para nosotros, es importante verlos también como algo que puede fallar. Antes, una falla en estos dispositivos ahora “inteligentes” era de tipo mecánico: una parte que se descomponía y que había que reparar o remplazar. Pero ahora, la falla no es mecánica, es electrónica. Y no solamente es electrónica, además tiene una conexión a Internet.
Esto cambia sustancialmente la naturaleza de la falla.
Obviamente, una conexión a Internet cambia las cosas al introducir la posibilidad de que los ataques a la red provoquen una falla. Hace diez años, si su termostato fallaba, era debido a una falla física y mecánica del propio termostato. Si alguien hubiese querido provocar esa falla con propósitos maliciosos, habría tenido que acceder al dispositivo físico y alterarlo para provocar la falla.
Ahora, alguien puede provocar una falla desde el otro lado del planeta. Y esa falla es electrónica y no mecánica.
No importa si la falla fue provocada de manera maliciosa e intencional o no, el hecho es que los dispositivos inteligentes ya no son curiosidades ni novedades: son parte de nuestras rutinas diarias en muchos casos. Y esto significa que esa falla en estos dispositivos puede tener ahora consecuencias más graves. Algunos tipos de dispositivos inteligentes tienen hoy un lugar en nuestras vidas, donde pueden provocar daños o incluso la muerte.
Por supuesto, el nuevo dispositivo más obvio que puede poner en riesgo real nuestra integridad física son los drones. El año pasado en particular, los drones se popularizaron y se convirtieron en una gran molestia. Este verano también supimos de drones que obstaculizaron las operaciones para combatir los incendios en California y que estaban hiriendo a las personas. Los drones aparentemente están en todos lados y sólo es cuestión de tiempo antes de que una falla en particular en ellos provoque daños más serios o incluso la muerte.
Es probable que 2016 sea el año en el que la promesa de la tecnología inteligente se haga realidad, y esa promesa incluye cosas como las consecuencias serias reales en el caso de que se presente una falla.
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